massash, massash señorita massash

Como sólo tengo dos trabajos y de dos a ocho me quedan una infinidad de horas libres inacabablemente aburridas y poco productivas, me he apuntado a un cursillo de masaje tailandés para así en cuanto acabe mi primer turno de trabajo poderme bajar deprisa a la Barceloneta con una botellita de baby johnsons y una pamelilla de paja y al grito de masae, masae señorita massash ganarme 15 eurillos el completo, y mira tu unas perrillas extras que no me iban a venir mal. Pero pensandolo bien, no se yo si iba a tener mucho éxito lo del masaje tailandés, yo me apunté ahí pensando que me relajaría, que sería bueno para esstar tranquila y equilibrar, y qué va! voy con unos nervios a clase que pa qué; el primero de mis temores es que no me toque hacerselo a un yayo, el segundo que al yayo no le toque hacermelo a mí y el tercero es que no me duela más el cuerpo que cuando he entrado, ah! porque si alguien cree en la utópica idea de que aquello va a ser una bacanal de chicos guapos que van aprender masaje tailandés para conquistar mozalvetas vais listas, no seáis almas cándidas como lo fuí yo, estáis a tiempo, salvaros! ahí lo que van son jubilados artríticos y amas de casa, y luego yo y alguna necia como yo más y para de contar.

Cuento esto para dejar fe de que el peor de mis temores se está haciendo realidad y de que en poco tiempo estoy mutando a ser jipi (¿se escribe así?) de esas que hablan de energías y de chacras y de nudos emocionales y se tocan el estómago en circulitos cuando lo dicen, el otro día nos teníamos que imaginar que una línia de un color que creo que la profe dijo que era fucsia nos atravesaba el cráneo desde el cielo y nos pasaba por todo el cuerpo uniendonos con el centro de la tierra, y yo que tenía un ojo cerrado y el otro no por si acaso, me entraba la risa nerviosa y un sufrir para que se acabara aquello...y encima voy a India y seguro que cuando vuelva diré eso de que es un viaje que me ha cambiado, y me daré cuenta de lo poco que importan las cosas materiales una vez has estado allí...

Lo del cursillo de masaje es para que veáis lo apañá que puedo ser y si algún interesado de más de 25 y más de 1´80 m, con espalda ancha, apañado, divertido, inteligente, gracioso, que no sea pelagatos y viva por Barcelona centro está interesado en que practique mi extenso conocimiento en esta técnica milenaria que me llame, dejo teléfono más abajo.

Ah! abstenerse tontines que a esos ya los conozco a todos, y ya me tenéis harta.