Tu te crees que a día de hoy, a sabiendas de cómo funcionan los trucos sucios y rastreros para crear ternura en televisión, me tiene que hacer llorar, con hipitos incluídos, el último anuncio de cocacola? No, en serio, Cómo me puede hacer llorar después de tantos años de ver spots de LA marca y de saber que jugando con una serie de elementos clave tienen la lágrima asegurada y una sonrisa colocada ?
que si la niña recién nacida y que si el abuelo con cara amable, el mensaje esperanzador, musiquita de esa entrañable, pues aquí con el youtube ya es la segunda vez que lo he puesto y mi cara es una fiesta de mocos y lágrimas.
Quería decirles a los del equipo creativo de los anuncios de cocacola (que juegan sucio) que gracias por hacerme ver que sigo siendo vulnerable e inocente y aunque me pongáis una historia facilona como la del super anciano y el bebecito yo a día de hoy seguiré llorando a moco tendido con un anuncio. Y poca broma que no me parece una tarea nada fácil en los tiempos que vivimos donde día a día pasan libremente por mis retinas billones y billones de imágenes que quieren venderme algo, sin preguntarme si quiero o no quiero recibir información. Y Cocacola, cómo no, ha sido capaz de que yo la busque a ella.
Curiosa marca esta de Cocacola, símbolo de capitalismo e icono de la globalización, pero cada vez que veo una me dan ganas de darle un beso a la botella, la verdad es que su publicidad tiene mérito, sí señor. Lo que todavía no han conseguido es que me guste y me la beba, pero les aseguro, señores del equipo creativo de los anuncios de Cocacola, que si algún día me pido un refresco no será precisamente una Pepsi.
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