Por qué?

8:15 am Vía Augusta. Estoy parada porque hay un semáforo en rojo y te tienes que parar cuando vas con vehículo a motor, si vas en bici da igual, y luego cuando se pone en verde puedes tirar. Estoy cansada porque ayer me fuí a dormir tarde; trabajo de noche y madrugo por la mañana, así que mientras me paro en los semáforos duermo con los ojos abiertos y por primera vez en mi vida he descubierto lo que quiere decir dejar la mente en blanco, concepto que antes me parecía una soberana gilipollez. Mientras dormitaba sentada en mi megamoto he escuchado una voz que reclamaba mi atención con un perdona, perdona, esto me pasa a menudo porque se me ve en la cara que domino mucho el entramado callejero de la ciudad y la

gente siempre me para, cuando en realidad solo se indicar 4 calles de la manzana donde vivo. Al escuchar el reclamo he girado la cabeza para rescatar al pobre y perdido ciudadano, o eso es lo que pensaba yo, porque al girar la cabeza me he encontrado con una furgoneta amarilla con dos tontines dentro de estos que llevan coronas de espinas tatuadas en los brazos y se gastan sus míseros sueldos en el coche y en alquilar un apartamento una semana el mes de Agosto en Ibiza, para ir de fiesta, pse. Me pregunta mi nombre y claro está que no le contesto, porque a mi esta gente que me molesta, me da asco y acto seguido me informa de que él considera que soy muy guapa, es que eres muy guapa me dice para justificar su interés por saber cómo me llamo, solo quiero apuntar que a parte de estar mirando para otro lado cuando el tontín en cuentión me ha interrumpido, yo para ir en moto me pongo un casco integral. Mis intentos de que se viera mi cara de asco han sido en vano porque llevo casco integral, pero ellos se reían orgullosos de haber hecho lo que han hecho; piropear a alguien que dormitaba tan tranquila y feliz parada en el semáforo.

Y a mi estas cosas siempre me han dado rabia y me ponen de muy mala leche. No me gusta. No me gusta que reclamen mi atención. Que me hagan pasar verguenza. No me gusta que la gente se crea con el derecho de interrumpir la serenidad mental de una persona que pasea sola por la calle. No me gusta y me repele la idea de la gratuitividad con la que mucha gente estropea los paseos de una y de muchas con sus besos a lo lejos, sus gruñidos de pastores y sus sonidos trogloditas. Me da asco pensar que es una distracción. Me da pena saber que lo pasan bien haciendo que estés incómoda por unos pocos metros de tu recorrido. Y sobretodo me da rabia pensar que es un hecho aceptado como bueno es lo que hay, tampoco hacen daño a nadie, y los hay que lo hacen con gracia, ya sabes el Spain is different y toda esa mierda. Y luego piensas; pero ¿por qué lo harán? ¿no esperarán a que realmente me gire e inicie una conversación con ellos? No, no quieren eso, porque no sabrían ni por donde empezar, a ellos les gusta hacernos sentir por unos momentos como si fueramos cabritas a las que pueden encabritar porque total no podemos trepar a lo alto del andamio para darles una patada que es de lo que en realidad tenemos ganas.