A Boyero no le gusta Almodóvar

Ante todo decir que todo el mundo puede opinar bien o mal de cualquier cosa en un soporte público, que para eso estamos en un sistema trufado de censuradas libertades. Eso quiere decir que un día puedes leer una opinión de la que estés a favor y ponerte muy contenta porque ayuda a reafirmarte y otro día cagarte en la libertad de expresión cuando lees cosas totalmente opuestas a tu forma de ver las cosas.

Eso, lo segundo, me ha pasado con la crítica de Boyero de los Abrazos Rotos, de mi admiradísimo, mitificado e idolatrado hasta el aburrimiento, Pedro Almodóvar. Boyero es un crítico de cine, que eso como hobby pase; te abres un blog, escribes en alguna revistilla... pero como profesión es rara. El susodicho crítico escribe en el País y sale en algún programa, o ha salido, ha escrito algún libro, lleva gafas, no es muy atractivo y es famoso por poner a caldo de una manera un tanto peculiar, cabe decir que a mi su estilo me puede llegar a cargar, de pomposo y barroco que es, las películas que critíca. Pues esta vez le ha tocado a Almodóvar, que a parte de estrenar peli es un blanco fácil para un crítico rebotón como Boyero.

No pienso decir más que la crítica me ha parecido típica y demasiado recurrente a los tópicos de todo lo que ya se ha dicho sobre el cine y el estilo del señor Almodóvar, que se me antoja un tanto sospechosa ya que parece una plantilla que el señor Boyero tiene guardada en una carpeta de su ordenador llamada La Crítica de Almodóvar, a la cual cada vez que se estrena una película del genio manchego, le quita el polvo, le cambia un poquito el último párrafo acorde con la película que toca y ala, yo ya la he liado, porque a sus antifans les ha hecho todo palmas cuando han visto una mala crítica sobre la película de la cuál valga decir, Boyero casi ni la nombra, solo dice sandeces de la talla; la cursi Hable con ella (aquí casi lloro de la rabia), no se qué del añorado cine del Almodóvar de los ochenta... bueno y cosas así que si leéis la crítica hasta el final entenderéis, la que por cierto, casi se me olvida comentar, en un alarde de originalidad del que se habrá quedado exhausto, la ha bautizado como "¿Qué he hecho yo para merecer esto?". Anda Boyero, tira, tira...