dass in letzter Zeit im Leben von Fanny ist passiert?

(título acorde a la traducción de google translate)

Qué ha pasado estas semanas en mi vida berlinense como para que no haya podido escribir... nada especialmente, sobretodo que no me ha dado la gana, pero ya que tengo un blog pues lo uso para contaros cosas que quereis saber o no y así me ahorro unos cuantos emails personalizados que se me reclaman desde la lejanía del sur de Europa.

Lo del curro aquel de teleoperadora en español para Easy Jet y empresas varias va a ser que no , porque está fuera de Berlin, son muchas horas por un sueldo de mierda que se convertiría en menos mierda si no fuera porque no tengo hijos ni estoy casada ni ningún minusválido depende de mi y ya he intentado colar a Bruno como el vástago que es pero aquí tampoco cuela. Me llamaron de un Hostel para recepcionista, trabajé dos dias de prueba "no importa que no sepas alemán" me decía el jefe búlgaro "diles a los alemanes que te llamen hablando en alemán que te hablen inglés" la poca ética que me queda me hizo renunciar a un currazo de un día a la semana donde se me obligaba a darme de alta como freelance (6 euros la hora, quien pueda interesar), lo bueno que saqué de ahí fue a Fiona que es muy apañá ella.
De momento hago de interina en el restaurante donde trabaja el Carletes y de paso me mezclo con el equipo de cocina más guay que he conocido nunca. Y estoy en negociaciones conmigo misma para abrir una sucursal de mi propia empresa aquí en Berlin, que con el tiempo que está haciendo apetece un montón pasear perros.

Vinieron de visita sorpresa mis padres, que de paso y ya se que sobra decirlo, molan mogollón, y me trajeron a Bruno, jamón queso y aceite, haciendo de mi vida aquí un a existencia mucho más alegre y feliz. Les tocó todo el sol del mundo, y yo como hija entregada hice que se lo pasaran sehr gut....

(padres escribiendo en un trozo de muro que queda habilitado para ello)

No se si esto importará mucho a los que lo leais, ni siquiera a mis más allegados, pero últimamente en Berlin me río mucho, la mayoría de las veces, confieso y sin un atisvo de verguenza, me río sola, ya puede ser de algo que me acuerde, de algo que lea... me da igual me río y me río hasta parecer desequilibrada, deducción que he visto en los ojos de los demás. Debe ser la latitud terrestre o yo que se, a una amiga que se fue a pasar un tiempo a Islandia no le venía la regla por las latitudes así que deben ser temas geográficos, con los que ya de paso estoy encantada.

Seguimos parroquianizando el Malena cada vez más, un bar fantástico en nuestro barrio, de una alemana y un argentino que han creado un ambiente precioso en un bar pequeño y rojo donde todo el que quiera y sepa puede tocar el piano, ver películas o hacer teatro. Pero estamos un poco preocupados porque les han subido el alquiler y están pensando en irse cosa que me da una pena enorme, porque no todo el mundo que monta un negocio lo hace con tantas ganas y tan bien como ellos y no es justo que les tenga que ir mal a gente con ganas, Pero ah! el malvado fantasma de la especulación planea por toda Europa y no se salvará de él ni la ciudad paraíso del alquiler barato que está dejando de ser Berlín. O os penábais que esto del capitalismo era todo jauja y alboroto? pues no.

Antes de despedirme me gustaría hacer hincapié en lo más importante de mi paso por la capital alemana; mi aprendizaje de su germánica lengua. Voy a clase 4 horas diarias por la mañana, de las que me entero 2 y media, que me parecen más que suficientes ya que están haciendo que sepa articular alguna que otra frase que haga sonreír a la gente que las escucha.
Un Garbancito rumano, un israelí repelente, Eve Wolf, una americana que me hace reír y Ku Nok, un coreano sexagenario que se pone una gorra de beisbol y se va de clase para fumar pitis cuando le sale del culo, son los compañeros de clase con los que intercambio diálogos ortopédicos en alemán, lengua que aunque parezca complicada... lo es.

bye bye y hasta otro ratito.